Llamaron
diciendo que un familiar había muerto. Nunca sé como reaccionar ante estas
situaciones, porque en el instante en el que soy consciente de lo que pasa, no
puedo enunciar palabra alguna.
Es por mi abuelo que quiero poder expresar, decir, gritar. Era su hermano, un tipo corriente, de esos que son buenos. No puedo ni imaginarme lo que
debe ser el hecho de perder a un par, y menos a uno así, con el que te une la
sangre, el amor, las anécdotas y mil hermosas mierdas más. Tener a Milagros en
mi vida realmente es la prueba viviente de que existe la magia, porque ella la
trajo a mí desde el primer momento. Y me es inevitable comparar, para
intentar entender como podría ser todo aquello que te rodea sin seres tan especiales.
Y te das cuenta, que la vida se esfuma en un pantallazo, que todo es muy efímero comparado con la muerte.
¿Qué sentido tiene no poder disfrutar cada momento, solo por algunas reglas impuestas socialmente?
Lo estructurado, me aburre. Hoy, a los 20 años, puedo darme cuenta que me es imposible actuar sin antes soñar, creer que puedo con algo, si ese "algo", no me hace feliz. Por eso mismo trato de causar la mayor cantidad de problemas ante este mundo capitalista que te impone lo que debés ser y no te deja ser, justamente (también, muchas veces más de las que me gustaría. me consumo en él, pero es inevitable perder la batalla si no tenés todo muy claro).
Esas son mis reflexiones. Espero que lloren, griten, rían, bailen, corran y se mojen con una lluvia maravillosa de ideales, porque de algo así, estoy segura, se trata la vida.